domingo, 27 de diciembre de 2009

LAS NEBULOSAS




LAS NEBULOSAS

Las nebulosas son regiones del medio interestelar constituidas por gases (principalmente hidrógeno y helio) y polvo. Tienen una importancia cosmológica notable porque muchas de ellas son los lugares donde nacen las estrellas por fenómenos de condensación y agregación de la materia; en otras ocasiones se trata de los restos de estrellas ya extintas.

Las nebulosas asociadas con estrellas jóvenes se localizan en los discos de las galaxias espirales y en cualquier zona de las galaxias irregulares, pero no se suelen encontrar en galaxias elípticas puesto que éstas apenas poseen fenómenos de formación estelar y están dominadas por estrellas muy viejas. El caso extremo de una galaxia con muchas nebulosas sufriendo intensos episodios de formación estelar se denomina galaxia starbust.

Antes de la invención del telescopio, el término «nebulosa» se aplicaba a todos los objetos celestes de apariencia difusa. Por esta razón, a veces las galaxias (conjunto de miles de millones de estrellas, gas y polvo unidos por la gravedad) son llamadas impropiamente nebulosas; se trata de una herencia de la Astronomía de siglo XIX que ha dejado su signo en el lenguaje astronómico contemporáneo.



Tipos (según la edad de las estrellas asociadas):


-Asociadas a estrellas evolucionadas, como las nebulosas planetarias y los remanentes de supernovas.


Las nebulosas planetarias son las capas externas de una estrella expulsadas en las etapas finales de su evolución. Si una estrella posee poca masa, a medida que envejece, va aumentando paulatinamente de tamaño mientras va agotando su combustible nuclear. Este proceso deriva en una aureola de gas que rodea al núcleo remanente de la estrella y que visto desde la Tierra posee un aspecto de anillo. Nuestro Sol probablemente producirá una nebulosa planetaria en el fin de sus días. Son más pequeñas y débiles que las nebulosas de reflexión. Son brillantes aunque pequeñas. Aumentan de tamaño a medida que envejecen, pero cuando la estrella central termina por oscurecerse, pierden brillo, pero siguen creciendo.

-Asociadas a estrellas muy jóvenes, algunas incluso todavía en proceso de formación, como los objetos Herbig-Haro y las nubes moleculares.



Tipos (según su luz):

-Nebulosas oscuras:

Una nebulosa oscura (también llamada nebulosa de absorción), es una acumulación de gas o polvo interestelar no relacionada con ninguna estrella o alejada de éstas, de tal forma que no recibe su energía, por lo que su presencia sólo es advertida por contraste con un fondo estelar poblado más alejado que la nebulosa.
Estas nebulosas son nubes poco o nada luminosas, que se presentan como una mancha oscura, a veces rodeada por un halo de luz. Este tipo de nebulosas no poseen ninguna estrella cercana que les proporcione luz, dando la sensación que hay porciones de espacio que se encuentra vacío. Los telescopios infrarrojos a menudo revelan la presencia de nuevas estrellas dentro de las nubes oscuras.
Se puede apreciar cómo en una noche oscura y sin Luna la Vía Láctea se encuentra interrumpida por secciones oscuras, parecidas a manchas en el cielo. Esto es producto de las nubes oscuras que se interponen entre el Sol y parte de nuestra Galaxia. Este tipo de nubes también fueron encontradas en otras galaxias y cúmulos globulares. Algunas de las de nuestra Galaxia son distinguibles perfectamente, como la llamada Saco de Carbón, donde se aprecia claramente una zona relativamente despoblada de estrellas. Otro ejemplo harto conocido es la famosa Cabeza de Caballo, una nebulosa asequible a telescopios medianos y ubicada en las cercanías del cinturón de Orión.





-Nebulosas de reflexión:


Una nebulosa de reflexión, como su propio nombre lo indica, es una nube de polvo que refleja la energía procedente de una o más estrellas cercanas. Esta energía es insuficiente para ionizar el gas, pero sí alcanza para que la dispersión de la luz pueda revelarlo. Como es luz reflejada, el espectro de la nebulosa es similar al de las estrellas iluminantes.
A menudo las nebulosas de reflexión y las de emisión aparecen juntas; un ejemplo clásico es M42 en Orión.
Como cualquier nebulosa, se compone de gas, sobre todo hidrógeno y polvo. Contiene también elementos más pesados como oxígeno, silicio y carbono. Las nebulosas de reflexión son usualmente azules porque la dispersión es más eficiente para la luz azul que para la roja (es la misma razón que explica el color del cielo).
Un ejemplo de este tipo de nebulosas lo constituye la que rodea al cúmulo abierto Pléyades(M45), en Taurus, sobre el que basó sus estudios vesto M. Slipher en 1912, cuando comprobó que el espectro de la nebulosa de las Pléyades coincidía con el de sus estrellas, en lo que fue la primera demostración de la naturaleza de las nebulosas de reflexión.



-Nebulosas de emisión:


En este caso, el más común, el gas que compone la nebulosa brilla como consecuencia de la transformación que sufre por la intensa radiación ultravioleta de estrellas vecinas calientes. En astrofísica estos objetos se denominan regiones H II y son fundamentales a la hora de analizar la composición química y las propiedades físicas de las nebulosas (y de las galaxias en las que se encuentran) gracias al análisis de su espectro, compuesto por multitud de líneas de emisión de los elementos químicos que albergan. La línea de emisión más brillante e importante es H-alfa (de la serie de Balmer del hidrógeno), localizada en la zona roja del espectro (a 6562,82 Å), siendo éste el motivo por el que dicho color domine en las imágenes tradicionales de nebulosas de emisión. Pero también se detectan líneas de emisión de helio, oxígeno, nitrógeno, azufre, neón o hierro. Dependiendo de la naturaleza de la nebulosa de emisión, se subdividen en dos grupos totalmente distintos.
1) Las nebulosas de emisión asociadas a regiones de formación estelar, es decir, en presencia de estrellas muy jóvenes, masivas y calientes, incluso en proceso de formación y a nubes moleculares.

2) Las nebulosas de emisión asociadas a estrellas moribundas o ya extintas se denominan nebulosas planetarias y restos de supernova. Las primeras no tienen nada que ver con los planetas: son las envolturas de estrellas de masa baja o intermedia expulsadas al espacio al final de sus ciclos evolutivos. En ellas, el gas es excitado por un objeto muy pequeño y caliente, una enana blanca, que es el núcleo expuesto de la estrella muerta.
El resto (o «remanente») de supernova es el material liberado en la titánica explosión que pone fin a las estrellas masivas. El gas de este tipo de nebulosas puede ser afectado tanto por la propia energía entregada por la supernova, como por la emisión de una posible estrella de neutrones (un púlsar) en su seno. Tal vez ejemplo más famoso de resto de supernova sea la Nebulosa del Cangrejo.

lunes, 28 de septiembre de 2009

PARANOIA



Definición:

Con frecuencia se utiliza de manera informal el término paranoia con varias acepciones diferentes y no siempre coincidentes. Cuando se dice "estoy cogiendo una paranoia" se puede estar queriendo expresar cosas distintas: "estoy cogiendo un enfado, una manía,... o simplemente un miedo ante un examen". De la misma manera cuando se acusa a otro, en un tono unas veces irónico y otras irritado: "¡eres un paranoico!" se puede estar queriendo decir cosas distintas sobre esa persona. Desde llamarle desconfiado hasta obsesivo, podemos querer decir que es avaro, receloso, precavido o simplemente insinuamos que tiene mal carácter y nos "cae" mal. El sentido, por tanto, que muchas veces damos a la palabra paranoia va a depender de nuestra particular interpretación del término y de la situación en la que nos encontremos en ese momento, inclusive de nuestro estado de ánimo. Sin embargo la paranoia tiene un significado muy concreto en Psiquiatría, que no siempre coincide con el nuestro.
En la Clasificación Internacional de Enfermedades, en su apartado psiquiátrico, se sitúa la Paranoia entre los llamados Trastornos de ideas delirantes. Son trastornos psicóticos, esto es, enfermedades parecidas a la Esquizofrenia pero diferentes de ella, en las que se produce un quiebro de la realidad y el enfermo crea una nueva dentro de su mente.

La Paranoia, se caracteriza principalmente por la presencia de delirio o ideas delirantes, que pueden definirse como falsas creencias de diferentes temáticas o contenidos (existen delirios de perjuicio, de grandeza, de enfermedad, de seducción, de ruina... y de muchos más temas) que se basan en una incorrecta valoración de la realidad exterior. Estos trastornos se presentan mayormente en individuos de personalidad orgullosa, ególatra y desconfiada, a quien su estado de inseguridad los lleva a desarrollar conductas autosuficientes y de control hacia el entorno que los rodea. Elaborando complejos esquemas mentales acerca de imaginarios complots en su contra, tienden hacia la agresividad (verbal o física) hacia su entorno.

Características:

Las personalidades paranoides se caracterizan por unos patrones y unos rasgos de conducta que permiten distinguirlas y estudiarlas.

Evitación de la intimidad: se mantienen firmes en su postura, evitan la intimidad por temor a dar información que pueda ser utilizada como arma por sus enemigos.

Estado de alerta: se nota en el paranoide, cuando se le observa, el estado de alerta, de tensión. Es una persona que detecta el ataque y la infidelidad donde otros nada ven.

Rencorosos: están a la espera de la venganza. La sobre valoración, la intolerancia a la crítica, la auto justificación de los errores, el humor irónico y la necesidad del contrincante forman parte de los rasgos del trastorno paranoide.

Grandiosidad: porque tienen su propia manera de ver el mundo y le dan un alto grado de validez respecto de la forma en que lo evalúan los demás.

Hombres de dos caras: si se tiene la oportunidad de hablar con algún familiar o persona cercana, se verá que el paranoide tiene un tipo de conducta para los familiares o amigos y otra muy distinta para los que no lo son.

Variedades:

1. Delirios de reivindicación: Se caracterizan por tener una idea que prevalece sobre las demás, subordinando todas las conductas a un postulado fundamental. Los sujetos que los sufren poseen un temperamento vivo, receloso y susceptible; son fanáticos de la política, religión o reforma social. Sobre esta constitución paranoide desarrollan el delirio, debido a un fracaso o un conflicto. Se pueden ver tres tipos:

Los querellantes: Persiguen la defensa de su honor a ultranza con menoscabo de sus intereses.

Los inventores: Reivindican el mérito, guardando el secreto de sus experimentos, quejándose de ser desposeídos de la patente.

Los apasionados idealistas: Sueñan con sistemas políticos de paz universal. Su reivindicación es ideológica, atentando contra hombres políticos e instituciones.

2. Delirios pasionales: En ellos existe un núcleo afectivo, con trastornos alucinatorios, impulsividad y pasiones imaginarias. Dentro de estos delirios podemos distinguir:

El celotípico: Consistente en la transformación de la situación de la relación amorosa de la pareja, en una situación triangular. Se siente burlado y abandonado. Se funda su delirio en un montón de pruebas falsas y falsos recuerdos. Los sueños contribuyen a alimentar su pasión celosa.

El erotomaniaco: Es la ilusión delirante de ser querido, de ser amado, con sentimiento de orgullo y esperanza. Afirma que es el objeto (persona que ama), el que ha empezado a declararse. Termina con una frase de rencor, llegando a veces hasta el drama pasional.

El sensitivo de relación de Kretschmer: Afecta a personas menos agresivas, de carácter tímido, hipersensibles y con complejo de inferioridad. La persona se relaciona con un grupo (vecinos, familia o su cónyuge); esta persona es el centro de interés enojoso y humillante de un conflicto vivido con los demás. Reacciona con depresión. Es típico de los gobernantes y de las solteronas.

El de interpretación: Constituye una especie de locura razonante obedeciendo a una necesidad de explicarlo todo y descifrarlo todo. Interpreta erróneamente una situación normal (un saludo, una mirada). Por medio de esta interpretación transforman el mundo, construyendo el delirio sobre los temas: de persecución, envenenamiento, misión divina, etc.

Enfermos:

La paranoia suele presentarse en el adulto mayor y es más frecuente en los ancianos. Lo favorece el aislamiento por lo que tienen más riesgo aquellos ancianos que viven solos, sobre todo si son mujeres. Son característicos los delirios de sordos, sordomudos y ciegos, por lo que la deprivación sensorial se considera un factor de riesgo. Al no ver ni oír bien, malinterpretan lo que perciben de forma deficiente y pueden llegar a construir explicaciones delirantes.


Diagnóstico:

Lo característico es que la presenten durante al menos 1 mes y que el contenido sea, generalmente de perjuicio, daño y persecución, que son las manifestaciones clínicas mas frecuentemente observadas. El paciente afectado de Paranoia mantiene conservado un juicio correcto sobre todos aquellos aspectos que no afecten al contenido delirante, no presenta alucinaciones y puede funcionar bien en tanto no se roce el tema de sus ideas delirantes.

Tratamiento:
Tratamiento farmacológico con neurolépticos.

Prevención:

La prevención de la paranoia debería empezar en la infancia. Los humanos somos por naturaleza seres sociales, aunque este rasgo en otras ocasiones está oculto detrás de la inseguridad. Debemos aprender a confiar en el otro demostrando nosotros que somos honestos, coherentes y responsables y educar en estos valores a nuestros hijos.



Solución:

No existe cura para la paranoia en casos extremos; solo el tratamiento psiquiátrico con medicamentos puede atenuar sus características. Y el tratamiento se dificulta por la conducta desconfiada del sujeto paranoide, que piensa que todo es parte de un plan hacia él. Como siempre, en estos casos, la única manera en que se puede acceder al tratamiento es a través de un familiar y persona de confianza del individuo, que logre llevarlo a tratamiento psiquiátrico.